Carlos Ogando |
Los
partidos políticos son los responsables de garantizar el sistema
democrático y no hay democracia sin partidos políticos. Esta aseveración
es la base para que los líderes políticos sean los garantes de un
liderazgo político responsable, donde el sistema democrático involucre a
todos los ciudadanos y garantice la participación de toda la sociedad
incluyendo también las organizaciones de la sociedad civil, las ONG y
los grupos de presión.
El
sistema democrático debe incluir la representación de todos los
ciudadanos y si no es así, no existe una verdadera democracia. La
democracia incluye la conjugación del verbo ser o estar, ver y
participar. No basta con celebrar elecciones, las elecciones son un
punto de partida, de ahí que debe garantizarse que el derecho de elegir y
ser elegido se lleve a cabo con reglas claras y ese derecho esté
garantizado con el establecimiento de procesos transparentes de elección
y rendición de cuentas.
Desde hace mucho tiempo se ha venido experimentando el sistema electoral y de elecciones primarias en los partidos políticos de la republica dominicana y no ha habido forma
de evitar los escándalos políticos, donde los que más pueden se salen
con las suyas vulnerando los procesos electorales, ya sea a través de la
compra de votos, alteración de actas y hasta la compra de los
digitadores para que le pongan votos que no lo favorecieron. Es tiempo
que los procesos electorales sean transparentes para iniciar el camino
de un verdadero sistema electoral democrático.
Para
nadie es un secreto que hasta en los partidos políticos pequeños, en
las ONG, las organizaciones de la sociedad civil y grupos de
profesionales asociados se vulneran los sistemas eleccionarios y lo peor
que sucede aún, es que después que son elegidos y adquieren el control
de la organización se quieren quedar para siempre dirigiendo, lo que
trae como consecuencias divisiones y debilitamiento de la democracia y
del derecho de participación de sus legítimos dueños.
Partido como el PRD que fue ejemplo de democracia partidaria y que fue pionero en la lucha
porque se establecieran controles para garantizar elecciones
democráticas tanto a nivel de primaria como también a nivel de
elecciones nacionales, ya son tiempos que quedaron en el pasado; pues
podemos recordar las luchas que se dieron en los gobiernos del Dr.
Joaquín Balaguer donde elecciones tras elecciones se alegaba fraude.
Como si eso fuera poco hasta en una reunión del Comité Ejecutivo
nacional del PRD se escenificaron hechos deshonrosos llegando a producirse sillazo, tiros y destruyendo
el patrimonio del partido, que también es el patrimonio del pueblo;
pues los partidos políticos son mantenidos con los recursos
presupuestarios del pueblo.
Es
una pena, también que esté ocurriendo algo parecido en el partido de la
liberación dominicana cuando en el recién concluido Octavo Congreso
Elector Comandante Norge Botello se alegaron situaciones que ocurrieron
nunca vistas, como el caso de la mala interpretación de la Ley
electoral con relación a la cuota de la mujer, las reclamaciones de un
grupo de dirigentes de Boca Chica y últimamente la impugnación de los
resultados electorales de la circunscripción número 3.
Es hora de hacer una gran reflexión por parte de los miembros y dirigentes
de los partidos políticos y las demás organizaciones para que retornen a
los principios y a los valores que le dieron origen, y como escribí al
principio, que ejerzan un liderazgo político responsable estableciendo
controles adecuados en los procesos electorales internos, para que estos
también impacten en los procesos electorales nacionales, enviándoles
una clara señal a nuestras autoridades electorales para que los fraudes
sean ya parte del pasado.
Hay
que comenzar a trillar un nuevo camino donde los partidos políticos
respeten el voto de los ciudadanos y ciudadanas y esto solo lo garantiza
cuando los líderes políticos se comprometan a ejercer la política de
manera decente, respetando el voto de quienes los eligen y devolviendo
las promesas con realidades, garantizándoles participación en el
gobierno, inclusión social, respeto y que los proyectos consensuados no
se queden en meras promesas de campaña.
A
los jóvenes de hoy le corresponde comenzar construir el camino del
relevo político porque los viejos robles parece que han claudicado a sus
ideas emprendedoras y se sienten cansados y verdaderamente se le han
agotados las ideas por las cuales lucharon. Considero que es tiempo de
cambio y es tiempo que surjan nuevos líderes con nuevas ideas en este
mundo virtual y globalizado para poder eliminar las asimetrías que no
hemos podido rebasar, aun el aparente esfuerzo que realizaron nuestros
antecesores.
Nuestros
líderes no solo tienen que garantizar unas elecciones libres y
transparentes sino que también deberán garantizar que prevalezca la
participación de las masas que lo llevaron a las diferentes posiciones y
cargos políticos; siendo responsables de garantizar el estado de
derecho alcanzado, a mantener Instituciones
con leyes y normativas con igual oportunidades de acceso , con
políticas sociales inclusivas, salud, empleo y educación adecuada que
garantice la competitividad, el desarrollo y el progreso.
En
la democracia representativa no basta con tener procesos eleccionarios,
es ser más responsables con las personas que nos confiaron el poder.
Los líderes son depositarios
de la confianza de los ciudadanos y ciudadanas, y su compromiso debe
ser fortalecer las instituciones y respetar al votante; Proteger a los
más necesitados y darle participación.
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